Por Carolina Muñoz Pinto y Maria Fernanda Serrano R.
@jimbusu_
Abordar el tema del amor no es sencillo, en torno a este se han escrito centenares de teorías, libros, canciones, poemas entre otros; cada uno desde diferentes perspectivas que buscan dar respuesta a todo tipo de interrogantes. Sin embargo existe un elemento en común que hace referencia a la sensación de bienestar que este produce. Así que después de leer diferentes fuentes sobre el tema, decidimos quedarnos con esta definición global de lo que podría decirse es el AMOR: fuerza que nos motiva y nos lleva a la acción.
Cabe anotar que aun cuando el amor es esa fuerza que nos motiva, está asociada a diferentes emociones que hacen que la experiencia tenga diferentes matices según como cada quién lo vea, lo haya vivido, sentido o entendido. En otras palabras hablar de AMOR implica lo bonito, lo no tan bonito, lo propio, el sufrimiento, lo bueno, lo malo, lo consciente y lo inconsciente.
Partiendo de lo anterior, es válido decir que el amor nos sitúa en el mundo, pues este actúa como facilitador de las interacciones sociales, relaciones interpersonales y reconocimiento propio. Y es ahí cuando empezamos a hablar de amor propio o propio amor entendido este como la valoración que nos damos y la cual puede ser en positivo o negativo. Cabe aclarar que esta valoración no está influida por las circunstancias de la vida, más si de la interpretación que le das a los sucesos y como decides reaccionar ante ellos.
En ese camino de construcción del autoamor es cuando nos damos cuenta que tanto nos conocemos, de qué forma nos hablamos, que barreras hemos construido en torno al amor, a que le tememos y que tengo para brindar al otro desde la fuerza de nuestro propio amor
Y entonces… es así como después de un amoroso proceso con nosotros mismos, le damos la bienvenida al AMOR CONSCIENTE, ese amor que generalmente relacionamos con las vivencias en pareja, pero que es un amor que no teme a la soledad porque sabe que somos instantes y entonces lo saboreamos y lo vivimos en el ahora. Es consciente porque en él ofrecemos la plenitud para hacernos felices, es consciente porque amamos desde la completud del ser y no desde la carencia o la necesidad, es decir no somos medias naranjas, ni nada a medias. Es tan consciente que fluye, tan consciente y diferente que se convierte en la construcción de un amor auténtico, porque está hecho de confianza, se expresa desde la admiración y valoración, se crea desde el saber elegir y crear un nosotros. Ese amor es consciente y auténtico porque nos damos cuenta que debemos pensar, sentir y actuar diferente para cambiar nuestra realidad, pero además porque nos despojamos de la idealización, del apego, de ser brutos, ciegos y sordo mudos como dice Shakira en una de sus canciones. Ahora nos centramos en tener nuestros ojos bien abiertos, en llegar a acuerdos, es comunicar, en valorar presencias, en compartir felicidad, en saber que somos suficientes y por tanto merecemos ser amados plenamente.
Carolina Muñoz Pinto
Maria Fernanda Serrano R.
Psicólogas – Creadoras de Jimbusu
@jimbusu_
Colaboradoras CASA MAESTRA
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